"Maestro... a este ritmo los búhos reales te escucharán".

"¡Oh! Así es. ¿Cuál es el problema con cobrar impuestos un poco más?"

Incluso aquí, los funcionarios intentan extorsionar más a los pobres.  

¿Acaso viven entre su gente?

. . . 

Cuando el sol se pone, ya la mayoría descansa. 
Las historias de estos funcionarios corruptos resuenan en los dormitorios del rey. 
Los que llevan las palabras pronunciadas a la luz del día. 
Son estrellas, flotando en silencio durante toda la noche. 

Cuando los Búhos Reales abren sus picos,
llaman la atención del Rey.

Cuando sus ojos de ámbar traspasan el velo de corrupción,
El Rey levanta una mano y da instrucciones en voz baja.

Sus alas se extendieron una vez más
Toman vuelo para cumplir sus órdenes.

Todo ello en secreto, para mantener la caza del Búho Real.

La presa no tiene escapatoria.  

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"Señor, le dije que tuviese cuidado..."

Su presa son solo esos funcionarios corruptos que toman más de lo que les corresponde de los pobres.  

Moviéndolos sutilmente, solo el Rey conoce sus identidades.  

Ver sus caras, sería lo último que verás.